Microscopio metalográfico

Un microscopio metalográfico es un tipo de microscopio que está especialmente diseñado para analizar la estructura de los metales. El uso de los microscopios metalográficos es habitual en empresas que necesitan realizar controles de calidad de metales así como de materias primas y estructuras de metal, entre otros.

metalografia
Imagen de una metalografía | Imagen: Tial Duplex Licencia: CC0 1.0 Universal

Descripción del microscopio metalográfico

El microscopio metalográfico se emplea dentro del campo de la metalografía, que es la disciplina que estudia la propiedades de las los metales, así como su estructura y composición.

La principal particularidad de este tipo del microscopio metalográfico es la fuente de iluminación que se emplea para visualizar las muestras. Habitualmente en un microscopio estándar el haz de luz de visualización atraviesa la muestra, que debido a su poco espesor puede visualizarse con este sistema.

En el microscopio metalográfico al tratarse de muestras de metal que son de naturaleza opaca la luz no puede atravesar la muestra. Para solucionar este problema se utiliza la luz reflejada para visualizar la muestra. De este modo se emite la luz que incide sobre la muestra y es a partir de esta reflexión desde donde se obtiene la imagen ampliada.

Diseño del microscopio de aplicaciones metalográficas

Debido a los requerimientos del microscopio metalográfico, éste cuenta con algunas particularidades. Por un lado está equipado con una fuente de luz que emite un haz de luz sobre la muestra que es modulable a lo largo de las distintas secciones que éste incorpora. Después este haz de luz se refleja sobre la muestra y mediante una serie de lentes es capaz de producir una imagen amplificada de la muestra.

Otro aspecto característico de los microscopios de metalografía es que suelen tener un diseño invertido para permitir una mayor comodidad del análisis de las piezas de metal.

Corte de las muestras

A la hora de realizar un estudio metalográfico, las muestras de metal que vayamos a analizar deben prepararse siguiendo un riguroso procedimiento. Para una correcta preparación debe utilizarse una cortadora metalográfica y una prensa metalográfica respectivamente. Para poder realizar la observación correcta de la estructura del metal es muy importante disponer de un microscopio metalográfico adecuado y saber utilizarlo convenientemente.

Preparación final de las muestras metalográficas

Antes de analizar las muestras de metal hay que llevar a cabo una primera fase de preparación de las piezas. Esta fase consiste en el desbastado de las piezas, que se realiza con papel de esmeril. Para la preparación debe de utilizarse papel de esmeril yendo desde un grano más grueso hasta el grano más fino.

En primer lugar hay que realizar el desbastado de la pieza de metal con el papel de esmeril de grano grueso en una dirección, y posteriormente realizar el lavado de la pieza con agua de forma que se eliminen las partículas. A continuación realizaremos el mismo proceso con un papel de esmeril de grano menor, pero esta vez con una dirección perpendicular a la del paso anterior. Posteriormente realizaremos el mismo proceso con el papel de grano más fino, que corresponderá al número mayor.

Finalmente el siguiente paso es el pulido con una máquina especial pulidora empleando una soluciónn de alúmina. Esta pulidora funciona con agua para permitir la refrigreación de la pieza, puesto que de otro modo podría calentarse mucho. La pieza estará lista cuando su superfície tenga un acabbado pulido especular.

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