El microscopio de campo claro es uno de los tipos de microscopio que más se utiliza debido a su sencillez. Su principal cualidad es que utiliza un sistema de iluminación de luz visible simple. En otras palabras, utiliza una iluminación que no es alterada mediante elementos especiales como pueden ser polarizadores o filtros.
Descripción del microscopio de campo claro
El microscopio de campo claro utiliza una fuente de iluminación que se emplea para iluminar la muestra. Se trata de un tipo de microscopio óptico convencional que utiliza luz blanca como fuente luminosa y que suele generarse mediante una bombilla halógena.
Para su funcionamiento emplea una lente que actúa como condensador del haz luminoso y que se ubica bajo la pletina. La principal función del condensador es concentrar los rayos de luz dispersos que proceden de la fuente luminosa para así iluminar la muestra en un punto, con un cono luminoso.
Unna vez que la luz atraviesa la muestra, la lente del objetivo se encarga de recoger los rayos de luz. Finalmente, la imagen formada en la lennte del objetivo llega a la lente del ocular, tras el cual el ojo humano es capaz de observar la imagen.
Las imágenes que se obtienen con un microscopio de campo claro se caracterizan por tener un fondo blanco por detrás de la muestra. Si la muestra está teñida se observarán distintos colores dentro del espectro visible.
La iluminación en un microscopio de campo claro
En un microscopio de campo claro, la luz se emite desde la fuente de iluminación hasta la muestra. Ésta luz puede incidir sobre la muestra de dos formas distintas. La primera modalidad es atravesando la muestra y la segunda es siendo reflejada por la muestra. Finalmente este haz de luz llega al objetivo sin modificar.
De este modo toda la muestra es iluminada simultáneamente, de forma se encuentre iluminado el espécimen que se pretende observar y sus alrededores, así como el fondo. Es la forma más sencilla de iluminar una muestra.
Consideraciones de los microscopios de campo claro
El microscopio de campo claro sería por tanto el tipo de microscopio óptico más básico. Otras variantes de este microscopio se configuran añadiendo distintos elementos que le aportan funcionalidades adicionales.
Dentro de este tipo de microscopios tenemos el microscopio vertical, que sería es que tiene la configuración más habitual. Se caracteriza por disponer de la fuente de luz por debajo de la platina y los objetivos por encima de la misma. Es el más indicado para observar las muestras contenidas en un portaobjetos.
Por otro lado tenemos el microscopio invertido, que se caracteriza por tener la fuente de luz por encima de la platina y los objetivos por debajo. Esta configuración es más adecuada para la observación de cajas de cultivo.
Componentes del microscopio de campo claro
Fundamentalmente este tipo de microscopios consta de dos partes principales que serían: el sistema de iluminación y el sistema de lentes. El sistema de iluminación suele producirse mediante una lámpara halógena e incorpora elementos como el condensador o el diafragma. El conjunto de lentes está formado esencialmente por los objetivos y los oculares.
Aplicaciones de la microscopía de campo claro
Debido a la forma concreta en la que funciona este tipo de microscopio, éste suele utilizarse para observar muestras biológicas que son susceptibles de tinción. La tinción es el procedimiento de impregnar con tinte o pigmento la muestra para facilitar su visualización. Esto se debe a que la tinción añade cierto contraste a la muestra que permite observarla de forma más clara.
Sin embargo el sistema de campo claro no es útil en el caso de que quieran observarse muestras que no se puedan teñir, como suele ser el caso de células vivas o determinados tipos de tejidos. Es por esto que en este tipo de casos, no se debería escoger esta técnica.
